APRENDED GEOMETRIA

Dedicado a mis amigos ingenieros...

Pues ya que no ha habido novedades en mi vida literaria (bueno, si las ha habido, pero no las puedo contar aquí...todavía), haremos como en la televisión...no pasaremos un capítulo repetido, en esta ocasión les copypasteo un cuento cortito que me encanta:

APRENDED GEOMETRIA
Fredric Brown

Henry miró el reloj, a las dos de la mañana cerró el libro desesperado.

Seguramente lo suspenderían al día siguiente. Cuanto más estudiaba geometría, menos la comprendía. Había fracasado ya dos veces. Con seguridad lo echarían de la Universidad. Sólo un milagro podía salvarlo. Se enderezó.

¿Un milagro? ¿Por qué no? Siempre se había interesado por la magia. Tenía libros. Había encontrado instrucciones muy sencillas para llamar a los demonios y someterlos a su voluntad. Nunca había probado. Y aquel era el momento o nunca. Tomó de la estantería su mejor obra de magia negra. Era sencillo. Algunas fórmulas. Ponerse a cubierto en un pentágono.

Llega el demonio, no puede hacernos nada y se obtiene lo que se desea.
­El triunfo es vuestro!

Despejó el piso retirando los muebles contra las paredes. Luego dibujó en el suelo, con tiza, el pentágono protector. Por fin pronunció los encantamientos.

El demonio era verdaderamente horrible, pero Henry se armó de coraje.

- Siempre he sido un inútil en geometría - comenzó...
­
¡A quién se lo dices! - replicó el demonio, riendo burlonamente.

Y cruzó, para devorarse a Henry, las líneas del hexágono que aquel idiota había dibujado en vez del pentágono.


FIN

Cuentos ultracortos

Me encantan los cuentos, en especial los ultracortos. ¿Y saben porqué me gustan? ("no sabemos", responde la audiencia). Pues les diré. En estos días taaan ocupados, donde estamos trabaje y trabaje, a la carrera por ir de un lugar a otro, apenas si tenemos tiempo de sumergirnos en un buen libro.

Al menos, yo prefiero los fines de semana para leer un libro "de corridito" (como diría mi abuela), porque no hay interrupciones de ningún tipo. Eso si, me aseguro de desconectar el teléfono, la televisión, y solo dejo música de fondo (mis favoritos: Dvorak con sus Danzas Eslavas, Chopin con sus Mazurkas y Brahms con sus Danzas Hungaras).

Entonces...como llenar el hambre de lectura entre semana? muy fácil. Adivinaron!! Con los cuentos. Siempre llevo conmigo, un libro de cuentos (de cf), o mi palm con cuentos digitalizados.

En esos pequeños huecos de la vida diaria (en la fila del banco, en el super, esperando a alguien, en la espera del médico, en el autobús, etc, etc), aprovecho para desconectarme un rato, viajando a futuros posibles e imposibles, a utopías y distopías, de la mano de un heroe o de un villano... en fin, la gama es infinita...

Mi momento favorito para leer cuentos: acostada en mi cama, con la luz de la lámpara y escuchando música. En vez de que mi último pensamiento antes de dormir sea problemas y situaciones laborales, me acuesto con mi imaginación desbordada y una sonrisa en los labios (aaay, que cursi sonó eso!! pero es la puritita verdad).

El inconveniente es que a veces se entremezclan mis sueños...por ejemplo: una banda de extraterrestres llega a impedir que termine un proyecto y me despiden de mi trabajo, jejeje.

Regresando a los cuentos, es difícil que en unas pocas líneas te presenten la situación y personajes, aquí entra tu mente para rellenar lo que no se dice...y el final...tiene que ser impactante (al menos en mi opinión, debe ser lo más importante). De hecho, los cuentos que se han convertido en mis favoritos, son los que tienen un final inesperado (o que te dejan con cara de ¿what?).



Luana.


PD. En algún lado leí que Fredric Brown es el rey del cuento-ultracorto, proximamente les "copypasteo" uno de ellos.